Mitad de agosto, seguramente época en que la mayoría de españoles se encuentran disfrutando de sus ansiadas vacaciones veraniegas y, mientras muchos bloggers aprovechan está época para darles un descanso a sus cocinas, otros intentamos seguir engordando la lista de recetas, buscando la mejor luz del día para fotografiar y la menor temperatura para cocinar, dos circunstancias que se oponen, al menos en lo que a mi casa se refiere.
Y mientras noto como la camiseta se me pega al cuerpo, la frente se perla de sudor, y debajo de mi pelo, la nuca se humedece, como Rambo me digo: «no hay dolor», «no hay dolor» y me peleo con el chocolate, con el helado, o con lo que se tercie, que el plato hay que sacarlo a la luz. Y una vez que he cocinado, fotografiado y degustado y el cuerpo me pide siesta, llega el pepito grillo que tengo dentro y dice: … ¿no deberías editar las fotos?, ¿escribir las recetas?…
Así, que manos a la obra, pero antes me preparo un té helado que, con el esfuerzo y el calor, ¡me lo merezco!
Ingredientes:
Para 4 personas:
700 gr de sandía limpia
450 gr de agua
2 bolsitas de té rojo
Ralladura de limón
Una cucharada de zumo de limón
Preparación:
Poner el agua a hervir en un cazo o en el microondas. Cuando hierva poner las bolsas de té y dejar en infusión 2 o 3 minutos. Retirar las bolsitas y reservar.
Triturar la sandía en un robot o con la batidora.
Añadir el zumo de limón y la ralladura
Verter el té y batir unos segundos para integrar al puré de sandia.
Verter una 1/4 parte aproximadamente en cubiteras y congelar. El resto guardar en la nevera, para que este lo más frío posible.
A la hora de servir, poner los cubitos en una picadora o procesador de alimentos y triturar para convertir en granizo.
Añadir el té guardado en la nevera, mezclar unos segundos y servir en los vasos.
Notas:
La sandía hace que este refresco sea lo suficientemente dulce como para no tener que añadir azúcar, pero si te parece que no está muy dulce, puedes añadirle una pequeña cantidad de azúcar u otro edulcorante, pero sin pasarte.
Si no dispones de picadora o robot, puedes servirlo con los cubitos sin picar o incluso el té frío solo de la nevera.
Durante el reposo en la nevera, el líquido se separará, quedando en el fondo la sandía y encima el fondo. Agitar la botella ligeramente y volverá a unirse.
Es mejor guardar este té en la nevera nada más hacerlo. Si lo dejas que enfríe a temperatura ambiente y te olvidas de guardarlo en la nevera, el refresco se acidificará y tendrás que tirarlo.
No he tenido el té más de un día en nevera, por lo que no puedo confirmar si pasado ese tiempo se conserva correctamente o no.
