Bombón helado de Red Velvet

Y sigo en modo helados, un poco cansina, lo sé, pero  lo peor de todo es que amenazo con continuar. Por ello y para aquel/aquella/aquello/aquelle (que no quiero que nadie se sienta discriminado/a), para quienes estén aburridos de que últimamente solo suba recetas de heladosles voy a dar algunas razones de peso, para convencerles que en cuanto a helados nunca es demasiado:

  • Para lucir cuerpazo en verano un helado en cada mano.
  • Mira helado positivo de las cosas
  • Los abdominales son buenos pero ¿has probado los helados?
  • La vida es como un helado hay que disfrutarla antes de que se derrita.
  • La vida es también comerte un helado sin importar las calorías.
  • Lunes: nada que un helado no pueda arreglar
  • Ya no necesito mi media naranja, con medio Kilo de helado me conformo.
  • No es más feliz el que más tiene, sino el que más helado come.

Forrest Gump decía, tonto es el que hace (dice, en mi caso) tonterías.  No hay mejor forma para definirme.  Y no tengo más que añadir señorías.

Ingredientes:

Para unos 10 bombones

250 gr de nata para montar

250 gr de leche

5 yemas de huevo

125 gr de azúcar

25 gr de azúcar invertido

1 lámina de gelatina de 2 gr.

50 gr de bizcocho red velvet

Colorante rojo en pasta

Para el relleno:

50 gr de nata para montar

100 gr de queso crema

50 gr de azúcar glass

Para la cobertura:

300 gr de chocolate blanco

45 gr de manteca de cacao

Elaboración:

Poner la lámina de gelatina en remojo en agua fría.

Poner la leche en un vaso y añadir el bizcocho troceado.

En un bol poner las yemas con el azúcar y batir con unas varillas.

Calentar en un cazo la nata junto al azúcar invertido. Cuando esté a punto de hervir, retirar y verter sobre el batido de yemas y azúcar.

Verter esta preparación en el cazo y llevar al fuego. Remover continuamente hasta que la crema espese, sin que llegue a hervir. Retirar del fuego

Escurrir la gelatina y añadir a la crema, remover hasta que la gelatina se haya diluido completamente.

Con la batidora, triturar el bizcocho remojado en la leche y mezclar con la crema. Pasar la batidora por todo el conjunto hasta que esté bien integrado.

Añadir 1/4 de cucharada de colorante rojo y batir de nuevo. Comprobar el color de la mezcla y si fuera necesario añadir un poco más de colorante hasta conseguir el tono deseado (¡ojo! antes de añadir más colorante comprobar que se ha integrado bien a la mezcla y no queda ninguna traza sin mezclar)

Verter la crema en un recipiente, cubrir con film y llevar al frigorífico durante 24 hs

Crema de queso:

Montar la nata bien fría con varillas, cuando empiece a montar añadir el azúcar glass y seguir batiendo hasta que esté casi montada.

Incorporar el queso crema y batir de nuevo hasta que éste se haya integrado. Procurad no pasarse con el batido cuando se añada el queso para que la crema no se nos corte.

Guardar en otro recipiente y llevar también al frigorífico.

Poner la heladera en marcha y verter la crema red velvet por el bocal de la misma. Mantecar durante unos 25 o 30 minutos. Verter en un recipiente y si fuera necesario, guardar en el congelador, mientras preparamos los moldes la crema de queso para montar el helado.

Rellenar los moldes hasta la mitad con la crema red velvet. Introducir los palos en los moldes. Poner una o dos cucharaditas en el centro de la crema de queso y cubrir con el resto de la crema red velvet.

Llevar al congelador. Esperar que congele un poco y después cubrir completamente con film transparente. Dejar que congelen completamente, mejor dejarlos 24 hs,

Al día siguiente, sacar los helados de los moldes y volver a guardar en el congelador mientras preparamos la cobertura de chocolate.

Colocar el chocolate blanco y la manteca en un bol y llevar al microondas durante 1´30 a 2 m. aproximadamente, en intervalos de 30 segundos. Sacando y removiendo bien en cada intervalo. 

Enfriar el chocolate, removiéndolo dentro del bol hasta alcanzar una temperatura de 28º/29º. Si eres valiente y tienes una placa de mármol, metal o cristal, puedes atemperarlo volcando sobre la placa y remover con una paleta hasta alcanzar la temperatura adecuada.

Colocar el chocolate fundido en un vaso o tarro alto para que pueda cubrir todo el helado. Introducir el helado y bañar. Antes de retirar, dejar que el chocolate que gotea, escurra en el vaso.

Poner los bombones sobre papel de horno o sobre una bandeja o plancha que hayas colocado previamente en el congelador para evitar que se pegue. Llevar al congelador  y dejar unos 15 minutos que se enfríen. Después ya puedes guardarlos en un tuper o envolverlos en film y guardar en bolsas de conservación.

Para consumir, sacar directamente del congelador y disfrutar.

 

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