Polos de horchata

Polos de horchata sí, pero con horchata de verdad hecha en casa con una buena chufa valenciana.

Gran parte de la chufa que llega a España, procede de Africa, debido a que allí es más barata, pero mi recomendación es utilizar chufa valenciana, pues aparte de consumir producto del país, es una chufa más dulce y sabe mejor. Hoy en día se puede pedir online y, aunque no es barata, el sabor merece la pena.

He visto con frecuencia recetas de polos de horchata en las que sin más se vierte horchata en unos moldes y se lleva al congelador. Esta opción es válida, si la horchata que utilizas es una comercial, de las tantas que podemos encontrar en cualquier supermercado, pero esta horchata no tiene tanto sabor como la casera.

La horchata hecha en casa tiene un color más oscuro y cuando la dejas un tiempo en la nevera, se forma un poso en el fondo producido por el almidón que contiene. Debido a esto, si quieres hacer polos directamente con horchata casera, ten en cuenta que como el proceso de congelación llevará unas hora, ese poso del que te hablo, quedará también en el polo, dando un aspecto visual poco agradable, y quedando además un polo un poco bloque de hielo, bien de sabor, pero mejorable.

He visto también recetas de polo de horchata, en la que añaden nata o yogur y sí, quedan más cremosos, pero el sabor de la horchata apenas se aprecia.

Ya sabéis lo que me gusta la horchata, así que podéis imaginaros que los polos de horchata es otros de mis preferidos, En mi búsqueda por conseguir el polo de horchata perfecto, he probado las versiones anteriormente mencionadas, pero no era ese el polo de horchata que buscaba.

Después de probar a hacer los polos con mi horchata, llenado los moldes, sin más,  el sabor era bueno, pero no terminaba de convencerme, ni por el aspecto, ni por la textura, Yo quería un polo de horchata que supiese a horchata, a la horchata que yo preparo, pero que tuviese un toque cremoso sin dejar de ser un polo de hielo.

Estaba claro que para evitar que la horchata se posase al fondo, la mezcla tenía que batirse mientras se congelaba, utilizar la heladora era una opción. La otra parte era conseguir ese toque cremoso, por lo que pensé que si reducía algo la cantidad de agua y el azúcar lo añadía en almíbar, podría conseguir que la mezcla no cristalizase tanto. Y ¡voilá!

Como en el proceso de congelación el sabor dulce disminuye, aumenté la cantidad de azúcar de la que utilizo habitualmente para hacer la horchata en bebida. He probado haciendo un almíbar con la misma cantidad de azúcar y agua y a disminuir un poco el azúcar.  Con las dos opciones queda bien, pero si podemos reducir un poco la cantidad de azúcar, pues mejor.

Puede que penséis que lo de hacer la horchata en casa es un rollo, pero la verdad, tampoco es tanto trabajo, eso sí, la thermomix o el chufamix ayudan bastante en la tarea de triturar y colar.

Y como me ha gustado mucho como quedan , os comparto la receta

Ingredientes:

250 gr de chufa

Agua para remojar las chufas

150 gr de azúcar

30 gr de azúcar invertido

800 gr de agua

Elaboración:

Poner las chufas en un recipiente y cubrir con agua. Mantener en remojo un mínimo de 8 horas. Pasado este tiempo, escurrir el agua y lavar bien las chufas.

Poner en un cazo 200 gr de agua, el azúcar y el azúcar invertido. Llevar a ebullición y dejar hervir durante un par de minutos o hasta que el azúcar se haya disuelto completamente. Dejar enfriar.

Triturar las chufas en la thermomix o en una batidora hasta hacer una pasta. Añadir el agua y volver a triturar de nuevo durante un minuto aproximadamente. Colar el líquido a través de una malla o con el chufamix, aplastando bien la pulpa, para conseguir sacar todo el líquido posible.

Colocar de nuevo el líquido obtenido en el vaso del thermomix o la batidora limpios y añadir el almíbar preparado anteriormente ya frío. Mezclar unos segundos para integrar el almíbar, colocar en un recipiente y llevar al frigorífico hasta que esté bien frío. Puedes dejarlo de un día para otro.

Sacar la horchata del frigorífico. Volver a batir la mezcla con la batidora o thermomix y verter  poco a poco en la heladera, que ya tendremos en marcha.

 Cuando la mezcla se haya granizado, ir vertiendo poco a poco en los moldes de polos, dejando unos 5 mm de margen del borde, Si la mezcla fuese lo suficientemente consistente para mantener el palo, colocarlos en ese momento, si se hunden hasta el fondo, es mejor llevar al congelador y pasada una o dos horas, colocar los palos, sin introducir completamente.

Dejar en el congelador al menos 24 hs para que terminen de congelarse completamente y se puedan desmoldar sin problemas.

Una vez que estén bien congelados, sacar los moldes y dejar unos minutos a temperatura ambiente. Tirar con cuidado del palo hasta desmoldar . Envolver en film transparente y volver a guardar en el congelador. Así, cuando te apetezca un polo, los tendrás preparados, listos para consumir y darte el capricho.

Notas:

Si no dispones de heladora, guarda la horchata en el congelador, sacándola cada cierto tiempo y batir hasta que se granice , pero sin que se congele completamente para poder rellenar los moldes de los polos.

Otra opción sería hacer cubitos y una vez congelados, triturarlos con picadora o robot de cocina, para homogeneizar la mezcla y después  rellenar los moldes.

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