Hay que aprovechar la temporada de fresas y preparar mermelada que luego disfrutaremos al untarla en el pan en nuestros desayunos, o en una tarta de queso, yogures, helados…tú eliges como emplearla.
En la receta de la mermelada de pera, os hable del punto de madurez de la fruta, de la importancia del azúcar y de la pectina como espesante. Si os interesa y os apetece podéis echarle un vistazo.
Para la preparación de esta mermelada he utilizado fructosa y pectina para ayudar a que la mermelada quede con una textura más parecida a la que compramos. Conseguir la pectina hoy en día es fácil, con el crecimiento de tiendas online de productos de repostería, pero si no te va mucho el tema de la compra por internet, puedes obviar su uso o ir a la calle Desengaño, aquí en Madrid, y comprarla en la tienda de Manuel Riesgo (la tienda es interesante). A lo mejor no te importa que quede más líquida o incluso te puede gustar más.
Tengo pendiente de hacer pruebas con gelatina o agar-agar, y también de preparar pectina casera. Cuando lo haga y compruebe los resultados os lo contaré.
Es muy fácil preparar mermelada en casa, así que, anímate y disfruta del resultado.
Ingredientes:
2 Kg de fresas (1.5 Kg limpias y sin tallo)
750 gr de fructosa
10 gr de pectina
Elaboración:
Limpiar y trocear las fresas y colocarlas en un cuenco amplio.
Reservar unos 25 gr de fructosa y el resto añadirla a las fresas.
Mezclar bien y dejar durante la noche macerando.
Triturar las fresas con la batidora, colocar en una olla amplia y poner al fuego. No es necesario triturar en exceso, aunque eso dependerá de si te gusta encontrarte o no trozos de fruta. También puedes triturar al final de la cocción de la mermelada, pero yo suelo hacerlo así.
Mezclar los 25 gr de fructosa reservada con la pectina y añadir a las fresas cuando la mezcla haya llegado a ebullición.
Dejar hervir a fuego suave durante 1,30 hs., removiendo de vez en cuando con una cuchara para evitar que se nos pegue al fondo.
Con la mermelada en caliente, verter en tarros de cristal, que previamente hemos esterilizado, cerrar con su tapa, enroscando bien, y dar la vuelta al tarro, para que haga el vacío.
Dejar boca abajo hasta el día siguiente, y ya los puedes guardar hasta que se vayan a consumir.
Thermomix:
Para hacerlo en thermomix, con estas cantidades tendrás que dividir la mitad de los ingredientes en dos cuencos y cocerlo en dos veces, ya que la capacidad de la thermomix no da para hacer esta cantidad de una sola vez. Si lo intentas, cuando empiece a hervir se te empezará a salir del vaso.
Una vez macerada la fruta con el azúcar, verter en el vaso y triturar unos 6 seg. a vel.5. Si te gusta que no quede ningún trozo, triturar 10 seg. vel.6.
Programar unos 40 minutos, temp. varoma, veloc.1. Al ser menor cantidad, la mermelada necesitará menos tiempo para hacerse.
Cuando alcance la temperatura varoma, añadiremos la pectina con la fructosa que habíamos reservado, por el bocal.
Colocar el cestillo y dejar cocer hasta llegar al tiempo programado.
Comprobar la textura de la mermelada, y si aún estuviese poco sólido programar otros cinco minutos más a la misma temperatura y velocidad.
Una vez finalizado, rellenar los tarros esterilizados con la mermelada, enroscar bien la tapa y dejar reposar los tarros boca abajo hasta el día siguiente.
Notas:
Para comprobar la textura de la mermelada, puedes guardar un plato en el congelador al iniciar la cocción, y cuando te parezca que tiene suficiente cuerpo, volcar una pequeña cantidad sobre el plato frío. Pasado unos segundo, alcanzará la textura que quedaría una vez enfríe.
Para esterilizar los tarros, se colocan dentro de una olla junto con las tapas, y cubiertos de agua. Poner al fuego y cuando el agua rompa a hervir mantener unos 20 minutos. Sacar y dejar escurrir y secar sobre un paño limpio.
Para crear el vacío y conservar la mermelada, también se puede, una vez llenado y cerrado los tarros, poner al baño maría. Para ello, habrá que cubrir con agua por encima de los tarros y dejar hervir unos 20 minutos. Será necesario utilizar una olla alta. Este método es necesario si el plazo para consumir la mermelada es posterior al año desde que se hace. Para pequeñas cantidades, como las que yo hago, y con un uso casi diario en los desayunos, mis mermeladas se consumen antes del año, así que el método de dar la vuelta al tarro me parece un sistema cómodo y eficaz.