Polos de naranja y limón

Ahora tenemos tanta variedad de helados, que pensar en los típicos helados de limón y naranja me hace sentirme viejuna, pues no sé si los niños ahora  consumen este tipo de polos.  En mi niñez, muy niñez, eran los que la mayoría de críos solíamos consumir y, ese recuerdo perdura, a pesar de la pila de años que han pasado. Y como dirían nuestras madres, los más refrescantes.

Al principio de los tiempos, de los míos claro, las tiendas de comestibles no tenían un arcón con miles de tarrinas y helados como ahora y solo podías comprarlos en las heladerías, pero luego llegó «Frigo»  y se abrió la posiblidad de nuevos helados, aunque yo nunca fuí muy fan ni de los Dráculas, ni FrigoDedos, ni Colajet… mis preferidos los popeyes, los minimilk y los chocos.

Pero debo confesar, que al llegar a la edad adolescente, me pirraba por los cucuruchos de helado de chocolate y por la horchata. ¡Madre mía! cómo me chiflaba la horchata de «Eloy» y los cucuruchos de «Alfredín». Casi puedo saborear esos sorbos con la pajita y los lengüetazos al helado, hundiéndolos poco a poco para que el helado llegase hasta el final del cucurucho, y en el último bocado, la galleta se fundiese con el helado. ¡Uhmm, que rico!.

Lo bueno de hacerlos en casa es que al menos te aseguras que llevan fruta. Bien es cierto que calorías las tienen y que el consumo de azúcar hoy en día no se mira con buenos ojos, pero siempre puedes cambiar el azúcar por un edulcorante adecuado o darte el capricho circunstancialmente.

¡Es verano y se abre la veda a los helados!

Ingredientes:

Para 9 – 10 polos

600 gr de zumo de naranja recién exprimido (aprox. 6 naranjas)

80 gr de zumo de limón (2-3 limones según tamaño)

La ralladura de una naranja

75 gr de azúcar

40 gr de agua (unas 4 cucharadas grandes)

Elaboración:

Poner en un cazo la ralladura, el azúcar y el agua y llevar a ebullición a fuego lento. Dejar cocer durante dos o tres minutos o hasta que el azúcar se haya disuelto.

Añadir a este almibar el zumo de limón y naranja, remover para mezclar

Verter la mezcla en los moldes que tengamos, dejando libre aproximadamente un dedo del borde superior, para que cuando se expanda al congelar no se salga del borde.

Si vuestro molde tiene tapa colocar la tapa y llevar al congelador.

Pasado una o dos horas, o cuando la mezcla comience a congelar, poner los palos, procurando que queden rectos al introducirlos, y sin llegar hasta el  fondo.

Si el molde no tiene tapa, cubrir con papel de aluminio, hacer un pequeño corte en la mital de cada polo e introducir el palo.

Para desmoldar, sacar el molde del congelador y dejar unos 5 minutos fuera, tirar del palo despacio para que vayan desprendiéndose y sacar. También puedes pasarlo por agua caliente unos segundos.

Yo, una vez que están bien descongelados, los desmoldo y los guardo en unas bolsas de papel y los dejo nuevamente en el congelador.

Ya solo queda sacar el polo que vas a consumir, quitar el papel y rechupetear.

Notas:

El molde que he utilizado son para 10 polos, con una capacidad de 125 ml cada hueco. Con las cantidades de la receta, da para 9 unidades

 

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