Las legumbres son unos de los alimentos principales de la dieta mediterránea y en ellas se encuentran casi todos los nutrientes esenciales para mantener una dieta sana y equilibrada.
Durante bastante tiempo se ha denostado bastante a la legumbre, con la falsa creencia de que era un alimento que engordaba, ello ha contribuido a que su consumo fuese bajando de forma considerable durante varias décadas. Los cambios de hábitos de vida y de consumo también han contribuido al abandono de los platos clásicos de cuchara, que formaban parte del menú habitual de las familias. Sin embargo parece que, desde que en 2016 se celebró el día Internacional de la Legumbre, y la Organización Mundial de la Legumbre empezó a realizar campañas de promoción sobre lo beneficioso de su consumo, éste se ha viso incrementado. Aunque aún dista bastante de alcanzar las 4 o 5 raciones semanales que serían adecuadas, la tendencia es positiva.
Poco a poco vamos tomando conciencia de lo adecuado de incluirlas en nuestro menú semanal y nos preocupamos de buscar recetas que cuenten con ellas y que se adecuen a nuestra forma de vida.
Las ensaladas de legumbres son una alternativa perfecta para el verano, pues te ofrece un plato frío y completo, y la posibilidad de variar los ingredientes que lo acompañen, en función de lo que tengas en la despensa o del gusto de cada uno, sin renunciar a una buena alimentación.
Espero que esta ensalada que hoy os dejo sea de vuestro agrado y os animéis a prepararla.
Ingredientes:
400 gr de garbanzos cocidos
150 gr de bacalao ahumado
2 huevos
1 naranja
Aceitunas negras deshuesadas
Hojas de rúcula y canónigos
Vinagreta de naranja:
6 cucharada de aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas de vinagre de Jerez
El zumo de 1/2 naranja
La punta de una cucharilla de comino molido
Sal
Elaboración:
Yo aprovecho garbanzos cocidos del cocido para hacer esta ensalada, pero si no los tienes puedes cocerlos o utilizar un bote de garbanzos cocidos. Si es el caso, sacar del bote, enjuagar bien con agua y dejar escurrir.
Poner a cocer los huevos en un cazo con agua hirviendo y una pizca de sal durante diez minutos. Verter el agua caliente y poner los huevos bajo el grifo del agua fría para cortar la cocción y dejar que se enfríen para poder retirar la cáscara.
Puedes utilizar aceitunas de las que ya vienen cortadas en rodajas o sino cortarlas tú. Reservar
Pelar la naranja eliminado la piel blanca que las recubre y cortar en rodajas finas.
Cortar el bacalao ahumado en tiras de dos o 3 centímetros de ancho.
Colocar en el fondo del plato de servir una capa de mezcla de rúcula y canónigos o de cualquier otro tipo de brotes que te apetezcan.
Sobre ese lecho colocar las rodajas de naranja.
Colocar la tiras de bacalao sobre las naranjas. Reservar alguna tira para poner en la superficie.
Cortar los huevos cocidos en rodajas y colocar sobre las tiras de bacalao. Reservar alguna rodaja para adornar la superficie.
Poner los garbanzos cocidos sobre la cama anterior procurando no llegar a los bordes, para que se vean las distintas capas que lleva la ensalada.
Sobre los garbanzos, coloca las tiras de bacalao y las rodajas de huevo reservadas y aceitunas.
Exprime el zumo de 1/2 naranja. Coloca en un tarro el vinagre, el aceite, la sal, la pizca de comino y el zumo de naranja. Cierras el bote y agítalo para mezclar bien los ingredientes.
Verter el aliño sobre la ensalada y servir.
Me parece ideal por los ingredientes, la realizacion y presentacion.
Gracias Carmen por tu comentario, la verdad que sí es fácil de preparar y tienes un plato completo y rico