El domingo es la festividad de San José y la celebración del día del Padre. Quiero hacer un homenaje a esos padres sufridores, que año tras año han recibido como regalo en este día, la consabida corbata o el par de calcetines, sin ninguna queja, por la santa paciencia y ese espíritu de conformidad.
Estos días previos a dicha celebración, escucho en la radio los anuncios de opciones de regalos para los padres, como es la famosa guía Repsol, o el cupón especial de la Once. En el caso de la guía Repsol, yo me pregunto, si a estas alturas ¿habrá padres que la sigan utilizando?, pero además, para promocionar las virtudes de la guía, en el anuncio el susodicho hijo/a rechaza la oferta del padre de ir a un determinado restaurante con excusas inverosímiles, y me hace reflexionar y pensar que si quieres hacer feliz a tu padre, no pondrías miles de excusas para evitar ir al restaurante que te ofrece porque, sencillamente, no te gusta. Yo entiendo de que lo que se trata es de acompañarlo y estar con él. Al menos a mí me hace pensar más en «vaya malos hijos» que en las virtudes de la guía.. Por otra parte, el cupón de la Once, ¡madre mía, que regalazo!, menuda cara se le debe quedar al padre, cuando el preciado regalo no haya sido premiado, cosa que por otra parte sea lo más probable, ¿lo conservará como recuerdo de los segundos de ilusión que tuvo?, casi que me parece mejor opción la corbata.
Este año el padre de «amasalamasa» pidió un adaptador wifi para la cámara. Será un regalo compartido, él aprende como funciona y yo lo manejaré. ¿No me digáis que no se merece al menos una mención honorífica?, Que menos que prepararle una tarta, para que sus golosas papilas gustativas disfruten de este sabor dulce y suave de esta mousse de chocolate.
¡¡Felicidades a todos los padres del mundo mundial!!
Ingredientes:
Bizcocho genovés de chocolate:
4 huevos
120 gr de azúcar
100 gr de harina
20 gr de cacao sin azúcar
1 cuch. esencia de vainilla
1 pizca de sal
Mousse de chocolate:
150 gr de leche entera
3 yemas de huevos
45 gr de azúcar
180 gr de chocolate de cobertura
375 gr de nata
2 hojas de gelatina
Cobertura brillante de chocolate:
120 gr de nata
180 gr de azúcar
142 gr de agua
60 gr de chocolate en polvo sin azúcar
6 láminas de gelatina
Elaboración:
Base de bizcocho:
Si los huevos están en la nevera, sacarlos y dejarlos a temperatura ambiente unas horas antes de preparar el bizcocho.
Picar el chocolate en trozos pequeños y reservar.
Precalentar el horno a 170º calor arriba y abajo.
Preparamos nuestra bandeja, y colocamos una lámina de papel de horno encima. Para que no se nos mueva el papel, ponemos unos puntos de mantequilla, para que se nos pegue y así quede fijo.
En un recipiente hondo, poner los huevos con el azúcar, la pizca de sal y la esencia de vainilla. Batir con unas varillas eléctricas o en un robot a velocidad alta durante unos 15 minutos, hasta que triplique el volumen y la mezcla se vuelva blanquecina.
Por otra parte, tamizamos la harina y el cacao en polvo.
Añadimos la harina en varias tandas, y vamos mezclando con suavidad y movimientos envolventes para evitar que se pierda mucho el volumen.
Vertemos la masa en la bandeja y la extendemos bien con una espátula procurando que quede de la misma altura por todas partes.
Horneamos durante unos 10 minutos. Comprobamos que está hecho, pinchado la masa con un palillo. Sacamos y dejamos que enfríe.
Envolver en film transparente. Mejor reservar hasta el día siguiente antes de cortar.
Marcamos el bizcocho con un aro o molde de la medida de nuestra tarta, cortamos con un cuchillo y envolver de nuevo las bases de bizcocho en papel film. Conservamos en el frigorífico hasta su uso.
Mousse de chocolate:
Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría.
Colocar las yemas con el azúcar en un bol y mezclar con unas varillas.
Poner a calentar la leche. Cuando esté caliente, ir añadiendo a las yemas, poco a poco.
Llevar de nuevo al fuego y cocer, removiendo continuamente, hasta que la crema alcance una temperatura de unos 82º.
Añadir el chocolate picado y remover hasta que se integre completamente a la mezcla.
Escurrir las láminas de gelatina y añadir a la crema.Mezclar hasta que se disuelvan completamente.
Montar la nata. No es necesario que quede muy firme, solo semimontada.
Ir añadiendo la nata a la crema en dos o tres veces, mezclando con delicadeza y movimientos envolventes hasta que quede bien integrada.
Forrar la base de un molde desmontable con film alimentario. Colocar el aro y forrar su interior con una tira de acetato.
Rellenamos el molde con la mousse, nivelamos la mezcla y colocamos bizcocho que teníamos reservado.
Guardar en el congelador durante al menos 5 horas o hasta que vayamos a consumirla.
Glaseado espejo de chocolate:
Poner las hojas de gelatina en agua fría.
Colocar en un cazo el azúcar, el agua y la nata. Llevar al fuego y calentar hasta que hierva. Añadir el cacao en polvo, mezclar bien para que se disuelvan los grumos, y mantener en el fuego hasta que la mezcla alcance la temperatura de 103º.
Dejar que la mezcla baje hasta los 60º. Escurrir las láminas de gelatina del agua y añadir a la crema que tenemos reservada. Mezclar bien para que la gelatina se disuelve.
La cobertura tiene que bajar a los 40º para cubrir la tarta.
Montaje:
Sacar el molde con la mousse del congelador. Quitar el aro del molde y retirar la tira de acetato.
Quitar la base del molde y colocar una base de cartón para tartas y dar la vuelta. Retirar el film alimentario que está pegado a la mousse y colocar sobre una rejilla.
Colocar la rejilla sobre una superficie cubierta con papel, para que recoja el glaseado que goteará al bañar la tarta.
Cubrir la tarta con la cobertura de chocolate y colocar la tarta sobre el plato en la que se servirá.
Llevar al frigorífico y dejar que termine de descongelarse.
Notas:
Aunque el proceso pueda parecer largo por las distintas elaboraciones, no lo es tanto. Además puedes puedes prepararlo en varias etapas. La tarta, puedes prepararla con antelación y tenerla congelada.
La cobertura de chocolate también puedes tenerla preparada con antelación, conservala en el frigorífico y cuando vayas a cubrir la tarta. Es una cobertura que se endurece una vez fría, solo necesitas calentarla en el microondas a pequeños intervalos para que adquiera una consistencia más líquida y puedas cubrir la tarta. Recuerda que la temperatura que debe tener para emplearla es de unos 40º
El uso de un termómetro en repostería es muy útil, a mí me da bastante seguridad a la hora de medir las temperaturas. Pero si no dispones de él, debes de tener en cuenta que para realizar la crema inglesa de chocolate para la mousse, ésta no debe alcanzar una gran consistencia, tardará alrededor de unos cinco minutos, cuando notes algo de densidad, napa el dorso de una cuchara y pasa el dedo, si deja rastro es que está lista.
Para hacer el glaseado, si no tienes termómetro para medir la temperatura, tienes que tener en cuenta que la mezcla debe espesar bastante, puede tardar en alcanzar esa temperatura unos 12-15 minutos.
Es importante que la tarta esté bien fría, mejor congelada, a la hora de cubrir con la cobertura. La cantidades que indico darán para una buena cantidad de cobertura y te sobrará, pero es preferibe contar con una buena cantidad, si pretendes cubrir toda la tarta. Si solo quieres cubrir la parte superior, y dejar a la vista la crema. Vierta la coberutra antes de quitar el aro y el acetato.