Tacos de atún en salsa de cerezas

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Quiso la casualidad que  cuando escribía esta receta de atún, buscando en la red  y por la curiosidad de  ver cuantas recetas aparecían con referencia al atún con cerezas, encontré el cuento de «El hombre de la vida inexplicable». Varios blogguers,  que participaban en el reto nazarí que lanzaba el restaurante granadino Ruta del Veleta, tenían que preparar la receta del plato del hombre de la vida inexplicable, «Atún con cerezas». Mi receta es distinta, pero como el atún y las cerezas son la base del plato, y como la historia me gustó, me ha parecido suficiente motivo para usarlo como entrada.

Se trata de un cuento-enseñanza sufí y dice así:

Había una vez un hombre llamado Moyut. Vivía en una aldea en la que había obtenido un puesto como pequeño funcionario y parecía muy probable que fuese a terminar sus días como inspector de pesas y medidas. Una tarde, cuando estaba caminando por los jardines de un viejo edificio cerca de su casa, el Jádir -misterioso guía de los sufíes- se le apareció vestido con una túnica de brillante verde. Moyut se encontró con el Jádir y el Jádir le dijo:-Hombre de brillantes perspectivas, deja tu trabajo y encuéntrame junto a la ribera del río dentro de tres días.

Y desapareció.

Moyut fue a ver a su superior, conmovido por este encuentro, y le dijo que tenía que partir. Todo el mundo en la aldea se enteró pronto de esta decisión, y dijeron: «Pobre Moyut, se ha vuelto loco». Pero como había muchos candidatos para su puesto no tardaron en olvidarlo. En el día señalado Moyut se encontró con el Jádir, quien le dijo:

-Quítate las ropas y arrójate al río. Quizás alguien te salvará.

Moyut lo hizo sin hesitar, aunque se preguntaba si se había vuelto loco. Puesto que sabía nadar no se hundió, pero fue arrastrado por las aguas largamente antes de que un pescador lo hiciera subir a su bote y le dijera:

-Hombre loco, la corriente es muy fuerte, ¿qué estás tratando de hacer?

Moyut dijo:

-Realmente no lo sé.

-Estás loco -dijo el pescador-, pero te llevaré a mi cabaña junto al río, y veremos qué puedo hacer por ti.

Cuando el pescador descubrió que Moyut hablaba bien, aprendió de él a leer y a escribir. En cambio le dio alimento y un lugar donde habitar. Moyut ayudaba al pescador en su trabajo. Después de unos pocos meses el Jádir volvió a aparecer, esta vez al pie de la cama de Moyut, y le dijo:

-Levántate y deja a este pescador. Ya veremos qué se hace contigo.

Moyut salió inmediatamente de la cabaña, se vistió como pescador y vagabundeó hasta llegar a una carretera. Cuando se hizo el día vio a un agricultor en un burro en su camino hacia el mercado.

-¿Buscas trabajo? -le preguntó el agricultor-, porque necesito a un hombre que me ayude para traer de vuelta algunas compras que debo hacer.

Moyut lo siguió. Trabajó para el agricultor durante casi dos años, tiempo en el cual aprendió bastante sobre agricultura, pero sobre ninguna otra cosa. Un atardecer, mientras estaba limpiando algodón, se le apareció el Jádir y le dijo:

-Deja este trabajo, ve a la ciudad de Mosul y usa los ahorros para convertirte en un mercader de pieles.

Moyut obedeció. En Mosul se hizo conocido como mercader de pieles y no volvió a ver al Jádir durante tres años. Había ahorrado una suma considerable de dinero y estaba pensando en comprar una casa, cuando el Jádir volvió a aparecérsele y le dijo:

-Dame tu dinero. Vete de esta ciudad. Ve tan lejos como Samarkanda, y trabaja allí como almacenero.

Moyut lo hizo. En realidad empezó a mostrar signos bastante ciertos de iluminación. Curaba a los enfermos, servía a sus conciudadanos y durante su tiempo libre notaba que los misterios se iban profundizando en él cada vez más acentuadamente. Filósofos, hombres de negocios, lo visitaban y le preguntaban:

-¿Con quién estudiaste?

-Es difícil decirlo -contestaba Moyut.

Sus discípulos le preguntaban:

-¿Cómo empezaste tu carrera?

Él decía:

-Como un pequeño funcionario.

-¿Y la abandonaste para dedicarte a la mortificación?

-No. Simplemente la abandoné -decía Moyut.

Y sus discípulos no lo entendían. La gente se le acercaba para escribir la historia de su vida.

-¿Qué has sido en tu vida? -le preguntaban.

-Salté a un río, me convertí en pescador; después me fui de una cabaña en la mitad de una noche; después de esto me volví agricultor, y mientras estaba limpiando algodón cambié y fui a Mosul, donde me convertí en un mercader en pieles. Ahorré algún dinero allí, pero lo dejé, y después vine a Samarkanda y trabajé como almacenero. Y aquí es donde estoy ahora.

-Pero esta conducta inexplicable no ilumina para nada tus dones tan extraños y tus ejemplos maravillosos, decían los biógrafos.

-Así es -decía Moyut.

De tal suerte, los biógrafos organizaron para Moyut una historia muy excitante y maravillosa, porque todos los santos deben tener su historia, y la historia debe estar de acuerdo con el apetito del oyente, no con las realidades de la vida. Y nadie puede hablar del Jádir directamente. Tal es la razón por la cual esa historia no es cierta. Es una representación de la vida. Esta es la verdadera vida de uno de los más grandes sufíes.

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Ingredientes:

500 gr de atún cortado en tacos

300 gr de cerezas

1 cebolla pequeña (100 gr aprox.)

30 gr de caramelo líquido

20 gr de salsa de soja

125 gr de azúcar moreno

50 gr de aceite

Zumo de 1/2 limón (20 gr aprox.)

Una pizca de jengibre en polvo

Una pizca de canela molida

Una pizca clavo molido

Una pizca de pimienta negra molida

1/2 guindilla

Una pizca de sal

Elaboración:

Tradicional:

Colocar los tacos de atún en una bolsa de hornear.

Mezclar el caramelo líquido y la soja y verter sobre los tacos de atún. Cerrar la bolsa y mover para que la mezcla se reparta bien sobre los tacos de atún. Reservar.

Lavar las cerezas, quitar los rabos y deshuesar.

Picar la cebolla en trozos menudos

En un cazo o sartén verter el aceite, añadir la cebolla y dejar que se vaya haciendo a fuego lento.

Cuando la cebolla esté dorada, añadir las cerezas, el azúcar, el zumo de limón y las especias. Dejar cocer unos 25- 30 minutos, removiendo de vez en cuando.

Triturar la salsa con la batidora.

Mientras preparas la salsa, precalentar el horno a 180º

Una vez alcanzada la temperatura, colocar la bolsa de asar con el atún dentro del horno y hornear durante unos 10 minutos.

Sacar del horno, colocar los tacos en una fuente y regar con la salsa.

Themomix:

Colocar los tacos de atún en una bolsa de hornear.

Mezclar el caramelo líquido y la soja y verter sobre los tacos de atún. Cerrar la bolsa y mover para que la mezcla se reparta bien sobre los tacos de atún. Colocar en la bandeja del varoma y reservar

Poner en el vaso el aceite y la cebolla. Trocear 5 seg. vel. 4

Sofreír unos 6 minutos, temperatura Varoma, vel.1

Lavar las cerezas, quitar los rabos y deshuesar.

Añadir al vaso, las cerezas, el azúcar, el zumo de limón, las especias, la sal y la guindilla. Programar 30 min, temp. Varoma, vel.1

Cuando falten 10 minutos para finalizar, colocar el varoma con el atún, y continuar la cocción.

Retirar el varoma y triturar la salsa 10 seg. vel 7

Servir los tacos de atún regados con la salsa de cerezas.

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