Castañas y sabor a otoño. Seguramente la castaña sea el fruto que más simboliza el otoño, esta estación que llena los sentidos, cargada de tonalidades marrones, amarillos, rojizos, que te atrapan. La variedad cromática, los días grises, la caída de las hojas, la bajada de las temperaturas que te invitan a quedarte en casa y refugiarte al calor de una manta. Es el otoño el que me produce un conjunto de emociones y hace que me nazca dentro una sensación de ternura y melancolía.
Esa sensación se repite cuando pienso o veo a las castañeras, que aparecen con los primero fríos de otoño, con sus pequeños puestos y sus estufas para asar castañas y que invitan al paseante, a calentarse las manos con sus cucuruchos de castañas asadas.
Las castañas es al otoño, como el otoño es a las castañas. Una estación, un fruto, y un conjunto de sensaciones placenteras que llenarán tu paladar con esta tarta de queso con sabor a otoño.
Ingredientes:
500 gr de crema de castañas
250 gr de queso mascarpone
50 gr de queso crema Philadelphia
140 gr de nata fresca
4 huevos
30 gr de azúcar
Para la cobertura:
100 gr de crema de castañas o mermelada de castañas
50 gr de agua
2 láminas de gelatina
Elaboración:
Precalentar el horno a 175º. Yo solo lo pongo con calor abajo. Llenar la bandeja del horno con agua y meter dentro para que se caliente mientras preparamos la tarta.
Poner en un recipiente la crema de castañas, el mascarpone, queso crema, la nata fresca y el azúcar y batimos con la batidora.
Añadir los huevos y batir de nuevo hasta obtener una crema fina.
Untar un molde desmontable con mantequilla y forrar la base con papel de horno.
Verter la mezcla en el molde y colocar sobre la bandeja con agua.
Hornear durante unos 50 minutos. Comprobar con un palillo si está cuajada. El centro de la tarta estará un poco blando, pero el palillo de be salir limpio.
Apagar el fuego, dejar la puerta entreabierta y dejar un rato dentro del horno que vaya enfriando, antes de sacar.
Una vez fría, guardar en el frigorífico y esperar mejor al día siguiente para poner la cobertura.
Cobertura:
Poner las dos láminas de gelatina en un recipiente y cubrir con agua. Dejar unos 5 minutos que las láminas se ablanden.
En un cazo poner la mermelada de castañas y el agua.
Llevar al fuego y cuando empiece a hervir, retirar y añadir las láminas de gelatina escurridas
Remover hasta que quede bien mezclado.
Dejar que baje algo la temperatura y cuando esté templada y empiece a solidificar verter por encima de la tarta.
Volver a guardar en la nevera hasta que la cobertura solidifique.
Para desmoldar, abrir el aro del molde y retirar. Introducir una pala entre la base del molde y el papel con el que la forramos y con mucho cuidado pasa la tarta al plato donde la vayas a servir.
Notas:
Para las hojas de chocolate de los adornos he utilizado un molde de silicona para bombones. Derretir unos 50 gr de chocolate en el microondas, rellenar las cavidades del molde y dejar hasta que endurezca. Desmoldar.
Para dar brillo a las castañas del adorno, he calentado unas dos cucharadas de miel, y una vez líquida he bañado las castañas en ella.
Yo he utilizado un molde de 18 cm de diámetro porque me apetecía una tarta alta, En un molde de 20-22 cm te quedará una altura más acorde para una tarta de queso.