La panna cotta, es un postre típico de la región italiana de Piamonte, que se elabora a partir de crema de leche, azúcar y gelificante, de ahí su nombre Panna Cotta (nata cocida), y se suele servir con mermeladas o confituras de frutos rojos. Se le compara con el flan pero su textura es más parecida a la de una gelatina. Lo mejor de su elaboración es lo rápido que se prepara. No sé si es muy purista o no, pero a esa mezcla le puedes añadir otro tipo de ingredientes, turrón, caramelo, chocolate…, la de horchata es la que suelo hacer cuando tengo chufas disponibles y que algún día espero llegar a publicar.
Si sois forofos de San Valentín, y os apetece preparar una cena romántica os propongo este postre fácil de preparar. Aunque yo no lo celebro, me encanta preparar algo con simbología para este día. A veces no se puede evitar ser un pelín «pastelosa».
¡Espero que os guste!
Ingredientes:
Para la panacota de chocholate blanco:
120 gr de leche
230 gr de nata de 35% m.g.
25 gr de azúcar
1 cuchara de esencia de vainilla
115 gr de chocolate blanco
3 hojas de gelatina
Para la gelatina de fresa:
40 gr de gelatina de fresa en polvo (1/2 sobre)
250 gr de leche
Para el sirope de fresa:
200 gr de fresas
50 gr de azúcar
4 cucharadas de agua
Para los corazones de gelatina:
40 gr de gelatina de fresa (1/2 sobre)
125 gr de agua
Elaboración:
El día anterior, comenzamos preparando la gelatina para los adornos.
Ponemos a hervir la mitad del agua en un cazo.
En un vaso vertemos la gelatina de fresa en polvo y añadimos la otra mitad del agua, removemos hasta que quede bien mezclado.
Cuando el agua hierva, añadimos la mezcla de vaso y removemos con una cuchara hasta que vuelva a hervir. Retiramos y volcamos en una fuente un poco grande para que quede una lámina fina. Llevamos al frigorífico hasta el día siguiente.
Seguimos elaborando la panacota de chocolate.
Ponemos las láminas de gelatina en un recipiente con agua fría y dejamos que se hidraten durante 5 o 10 minutos.
Si utilizáis chocolate en onzas, rallar o cortar en trozos pequeños. Yo he utilizado gotas, y no me ha sido necesario.
Ponemos en un cazo la leche, la nata, el azúcar y la esencia de vainilla. Removemos bien y ponemos al fuego. Cuando se haya disuelto el azúcar y la mezcla empiece a hervir, añadir el chocolate. Retirar, añadir el chocolate y remover continuamente hasta que el chocolate se haya fundido completamente y esté bien mezclado. Al estar el líquido caliente, se fundirá casi en el momento.
Escurrir las láminas de gelatina del agua y añadir al contenido del cazo. Remover para que se disuelva.
Untar el molde con un poco de aceite, para que luego se desmolde más fácilmente y verter la mezcla hasta la mitad de los huecos. Llevar al frigorífico y dejar un par de horas que solidifique.
Para la gelatina de fresa, poner la mitad de la leche en un cazo y llevar al fuego. Disolver en un vaso, la otra mitad de la leche fría con la gelatina de fresa y remover hasta que esté bien mezclada. Una vez que empiece a hervir la leche que tenemos en el cazo, añadir la mezcla del vaso y mezclar bien. Mantener al fuego, removiendo con una cuchara, hasta que vuelva a hervir de nuevo. Dejar que la mezcla enfríe un poco.
Cuando la mezcla esté templada, verter sobre la panacota de chocolate, y rellenar hasta cubrir los huecos.
Llevar al frigorífico de nuevo y dejar que se solidifique. Tardará al menos unas 4 horas, o mejor dejarlo hasta el día siguiente.
Sacar la lámina de gelatina de la fuente, y con un cortador de fondant cortar los corazoncitos. Reservar en un plato o recipiente.
Para el sirope de fresa, lavar y cortar las hojas verdes a las fresas. Cortar en trozos y triturar con la batidora. Pasar el puré por un colador para eliminar las semillas. Reservar.
En un cazo poner el azúcar y el agua. Cuando se haya disuelto y hecho caramelo, añadir el puré de fresas. Mantener al fuego suave hasta que la salsa espese.
Desmoldar los corazones sobre el plato. Poner los corazones de gelatina alrededor del plato. Salsear ligeramente con el sirope y servir.
Notas:
Con las cantidades indicadas salen unos 8 corazones de una altura de 2 dedos. El molde que he utilizado es un de silicona que solo tenía 6 huecos. Con la mezcla que me sobraba he rellenado dos moldes individuales para gelatinas, que tienen la misma capacidad, aproximadamente, de los del molde. Para servir como postre de una comida de 4 a 6 comensales, duplica las cantidades y sirve en vasos o copas.
En lugar de corazones pequeños como yo he hecho, puedes cortar la gelatina con un cortador de galletas y colocarlos por encima de la panacota de chocolate, o bien, picarla con un cuchillo y adornarla con ella.