Corría primeros de junio y acababa de publicar mi receta de ensalada de garbanzos y bacalao, había cerrado y apagado mi portátil, todo en perfecto estado, cuando al día siguiente volví abrirlo, la pantalla tenía un golpe. Como en Cardoso en Gulevandia (Les Luthiers) al descubrir el rostro de Creolina, exclame: ¡¡horror!!, ¡¡horror!!,¡¡horror!!