Helado monstruo de las galletas

helado monstruo de las galletas portada

Cuando me encontré con el helado del Monstruo de las Galletas, tuvo dos impulsos irrefrenables, uno el de hacerlo y el otro el de encontrar las fotos de mi hijo vestido de Triki.

Pensar o recordar a Triki,  el personaje del monstruo de las galletas, me traslada a unos años atrás y me trae un dulce recuerdo, pues durante un tiempo fué como llamábamos a mi hijo mayor.

Durante su etapa de guardería, era mi tía Nati, quien todas las tardes, se encargaba de recogerlo, pues nuestro horario de trabajo no nos permitía llegar antes de las 7 de la tarde, que cerraban la guardería. Cuando yo llegaba a su casa a buscarlo, me lo encontraba sentado en el sofá, comiendo galletas María.  Era costumbre de mi tía, merendar todas las tarde un café con leche y galletas y, cuando después de recoger a Eduardo, se preparaba su café, éste siempre le decía «Nati, lo recompartimos»…, y mi tía que siempre fue incapaz de negar nada a sus sobrinos-nietos, más de un sorbito le daba, por más que yo me enfadase y le dijese que no podía darle café… y además para el niño, un buen taco de galletas.

Lo del monstruo de las galletas, se fue convirtiendo en la forma cariñosa en que le llamábamos, así que su primer disfraz, para la fiesta de Carnavales, no podía ser otro  que el de Triki. Afortunadamente conté con la ayuda de una de mis hermanas para confeccionar el disfraz (vamos que básicamente lo hizo ella,) y, yo estaba entusiasmada de poder llevar a mi hijo a su primer desfile de disfraces, por supuesto de mi pueblo, que dicho sea de paso, tiene la peculiaridad de que los Carnavales se celebran en Navidad.

Todas las galletas maría de su vida, las comió en esas tardes de guardería, sentado en el sofá de Nati, pues hoy en día es muy raro que las coma, pero si son unas oreo o unas cookies, como las de este helado, eso ya es otro cantar.

El color del helado puede producir rechazo en los que vayan a consumirlo, pero seguro que si se trata de niños, les llamará mucho la atención. De hecho, mi ex-mosntruo de las galletas, mientras hacia el helado, decía que porque le había puesto colorante, que le daba un poco de «cosilla», y lo que no sabía que esa madre tarada suya, quería  hacerle un helado en homenaje a ese  monstruo de las galletas que fué.

Ingredientes:

500 gr de nata

300 gr de leche condensada

1 cuharada de vainilla líquida

Colorante azul (utilicé Ice Blue de Sugarflair)

12 galletas chips Ahoy

12 galletas oreo

Para adornar:

Galletas chips Ahoy mini

Galletas oreo mini

Ojos de azúcar

Elaboración:

Romper las galletas en trozos con un  cuchillo o a mano. Dejar trozos pequeños, pero que se noten cuando nos los encontremos en nuestro helado.

Montar la nata con varillas. La nata debe estar bien fría y, si es posible, guarda el recipiente donde vas a montarla y las varillas en el congelador un rato antes de montarla.

Añadir a la nata, la vainilla y el colorante y comienza a batir. Observa el color que va adquiriendo la nata, y si es demasiado claro, ve añadiéndolo de poco en poco, hasta obtener el color deseado. Yo he tenido que poner una buena cantidad hasta conseguir el tono azul que se ve en las fotos.

Una vez que la nata esté montada, añade poco a poco la leche condensada. Puedes mezclarla con una espátula con movimientos envolventes, o con cuidado con las varillas a velocidad mínima.

Añadir los trozos de galletas reservados y mezclar bien con una espátula para que se distribuyan por toda la mezcla.

Una vez que está todo bien mezclado, lo vertemos en un recipiente, y lo llevamos al congelador, cubriendo la superficie con papel encerado o film.

Pasado unas 5 o 6 horas, se habrá hecho el helado, y ya podrás consumirlo.

Si quieres hacer el monstruo, haz bolas con la cuchara de helado, deposita en el recipiente que vayas a servir, y pega los ojos. Para la boca, corta una mini oreo por la mitad y pégalas al helado.

Notas:

Este helado lo he hecho también sin ponerle colorante azul, Ya no será el monstruo de las galletas, pero saborearas un rico y cremoso helado. En  este caso, en lugar de vainilla, le he puesto aroma de nata porque la tenía, le da un rico saber, pero salvo que seas una friki de la repostería y la tengas, puedes prescindir de poner el aroma.

Es un helado para hacer sin heladora, pero si la tienes, y quieres utilizarla, pon en la máquina la mezcla de nata y leche condensada, y una vez el helado se haya hecho, sacar y añadir los trozos de galletas, repartiéndolos bien por todo el helado con una espátula o cuchara. Después llevar al congelador, para que termine de congelarse completamente.

La primera vez que  vi esta receta fue en este blog . Primero lo hice con las proporciones indicadas, pero para mi gusto, aunque rico, me resultaba algo dulce de más y sobresalía mucho el sabor de la leche condensada, modifiqué las cantidades para adaptarlo a mi gusto, y estas son las que figuran en los ingredientes.

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