Aunque ahora podemos encontrar y hacer mermeladas con los ingredientes más variopintos, la verdad es que para los desayunos me gustan las clásicas, de fresa, cerezas, melocotón, ciruelas, así que ahora, que ya las tenemos en el mercado, es el momento para aprovechar y hacernos con un fondo de despensa, para que luego podamos disfrutarlas durante el resto del año en nuestros desayunos.
Se supone que las cerezas contienen poca pectina pero, a pesar de ello, logro en esta mermelad una consistencia suficiente, sin tener que recurrir al uso de pectina en polvo, por lo que en esta receta la he obviado y así, que nadie se desanime pensando que tiene que buscar productos complicados.
Con el uso del limón conseguimos, además de un extra de pectina que contienen los cítricos, mantener parte de la acidez que contiene la fruta y que se pierde con la cocción, para preservar el sabor y evitar que el azúcar cristalice.
Anímate a hacer tu propia mermelada. Verás que es muy fácil y que requiere poco esfuerzo.
Ingredientes:
Para 5 botes de 250 gr:
1700 gr cerezas (1500 deshuesadas y sin rabillo)
750 gr de azúcar blanquilla
Zumo de un limón
Elaboración:
Lavar las cerezas, quitar el rabillo. Abrir por la mitad y sacar el hueso. Ir depositándolas en un cuenco grande
Añadir el azúcar y el zumo de limón y mezclar. Si te es posible, dejar en maceración unas horas hasta que el azúcar se disuelva y se mezcle con el líquido que haya soltado la fruta. Lo puedes dejar toda la noche.
Triturar la mezcla con la batidora. En función de si te gusta con muchos trozos, pocos o ningún trozo, triturar más o menos tiempo.
Pasar a una olla amplia y poner al fuego bajo. Con una espumadera o cuchara, retirar las espuma que se forma, para retirar las impurezas.
Cocer alrededor de unos 40 minutos, removiendo de vez en cuando para evitar que se pegue. Procura no quemarte con los salpicones.
Si tienes termómetro, cuando alcance la temperatura de 105-106º es indicativo de que la mermelada está en su punto. Si no, puedes probar colocando una pequeña cantidad de mermelada en un plato que previamente has colocado en el congelador, inclínalo ligeramente, si se mantiene y no resbala es que ya está, en caso contrario mantener un poco más de tiempo.
Con antelación esteriliza los tarros en que se va a conservar la mermelada, cociéndolos en una olla durante unos 20 minutos, y dejándolos secar sobre un paño limpio. También puedes utilizar el lavavajillas para esterilizar los tarros, utilizando un programa de alta temperatura.
Rellenar los botes con la mermelada caliente, enroscar bien la tapa y dar la vuelta al tarro para haga el vacío.
Mantener boca abajo hasta el día siguiente.
Etiquetar y guardar hasta su consumo.
